El suicidio.
Cuando pasan los años y no pasas de ese pensamiento, y ves que de muchas has ido saliendo, la muerte elegida o tenida nada lo cambia.
Cuando las cifras de muertos fueron números en aumento, me preparé para ser uno más de ellos.
La soledad es de los vivos.
Los muertos ni sienten ni padecen.
El cuerpo va modificando, pero la identidad desaparece.
He enterrado a los dos seres que más me quisieron.
Cuando tuve impulsos suicidas en otros tiempos, me disuadió no destrozarles la vida a ellos.
Ahora no los tengo.
A veces me recuerdo en esos sentimientos.
Me dejo llevar por el transitar, del día a la noche.
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